Música para brujas

martes, 9 de noviembre de 2010

Va de citas... Los Magos

Hoy va de libros... de libro, mejor dicho... Por fin, después de bastantes meses he terminado Los Magos de Lev Grossman. Pero que conste que no he tardado porque sea una tortuga leyendo sino porque al tener tantos libros que leer para la editorial mi tiempo para libros "extra" es prácticamente nulo. No que me queje… sarna con gusto, no pica… haberte pedido muerte… ¿se entiende por dónde voy? Probablemente no…


En fin, al tema. No voy a hacer una reseña porque para eso ya hay doce millones de blogs que lo hacen mucho mejor… simplemente diré que está brillantemente escrito, que Quentin es uno de los protagonistas más cercanos que he leído en mucho tiempo, y que sigo rebanándome la cabeza sobre unos cuantos giros de la trama…







Los magos (edición española de Ediciones B)




A la que empecé el libro fui copiando las citas que me gustaban en distintos papeles… el problema es que sólo uno de ellos ha llegado a Taipei… así que tal vez actualice el post cuando vuelva a Barcelona (si me acuerdo…[¡Pues resulta que me he acordado!]).




Esta cita es del Capítulo 1 (página 19), y fue leerla y decir: Quentin, tú y yo nos entendemos.




“Estaba absolutamente preparado para aquella entrevista, excepto quizá por su cabello todavía mojado, pero ahora que la fruta madurada por toda esa preparación colgaba jugosa frente a él, ya no la deseaba. No se sorprendió. Se había acostumbrado a esa sensación anticlimática en la que, cuando ya has hecho todo lo necesario para conseguir algo, descubres que ni siquiera lo deseas. Siempre le pasaba lo mismo. Era una de las pocas cosas fiables de su vida."




Capítulo 6 (página 120), me hizo gracia leer por fin un taco bien gordo en una novela de fantasía.




-Penny -dijo Quentin-. Uno, tu corte de pelo es una estupidez. Y dos, no sé de dónde provienes, pero si por tu culpa tengo que volver a Brooklyn, no sólo te romperé la nariz. Te mataré, grandísimo hijo de puta."




Capítulo 7 (página 134), adoro los crossovers.




“-Antes bastaba con decir "amigo" en élfico y la puerta se habría -apuntó Josh-. Pero hoy demasiada gente ha leído a Tolkien."




Capítulo 8 (página 157), ¡esta es simplemente brillante!




“Era el tipo de catástrofe que Quentin cría haber dejado atrás el día que penetró en aquel jardín de Brooklyn, cosas como aquéllas no pasaban en Fillory. Allí estallaban conflictos, sí, incluso violentos, pero siempre heroicos y nobles; y nadie que fuera realmente bueno e importante terminaba muerto al final del libro. Ahora, en una de las esquinas de su mundo perfecto había aparecido una grieta, y el miedo y la tristeza se vertían por ella como agua sucia a través de una presa rota. Brakebills ya no le parecía tanto un jardín secreto como un un campamento de fortificado. No era una novela, donde las maldades se corregían automáticamente, volvía a ser parte del mundo real, donde las cosas malas, las cosas amargas sucedían sin razón aparente y la gente pagaba por hechos que no eran culpa suya."




Capítulo 9 (página 169), ¿he dicho ya que adoro los crossovers?




“-Espera, tengo que ir a buscar mi disfraz de quidditch. Quiero decir, mi uniforme. Quiero decir de welters."




Tengo la intención de publicar pronto sobre el concierto de Joe Hisaishi al que tuve la gran suerte de ir ayer. Hasta entonces.




Alena




Recuento del día:




*Libros que hacía meses que ansiaba terminar: 1
*
Conciertos que te cambian la vida: 1
*Kilómetros corridos hoy: 5
*Kilómetros recorridos en bici: 28
*Clases online con las que tengo que ponerme seriamente: 1

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