Música para brujas

jueves, 25 de febrero de 2010

Ai, Percy, Percy...

Tengo unas cosas atrasadas, pero, conociéndome, si intento hacer la gran entrada estaré posponiéndola hasta Navidad. Así que, como dijo Jack el destripador: Vayamos por partes.

Hoy me limitaré a comentar la película Percy Jackson y el Ladrón del Rayo, que fui a ver el fin de semana pasado.
La verdad es que estaba bastante emocionada porque acababa de comprarme el libro (y como dicen en Pocahontas: Me vino recomendadísimo), salía Sean Bean, iba de mitología griega y hacía un montón que no salía una película de fantasía.


Empezó bien. Me llevé una agradable sorpresa al ver que Poseidón, no era otro que Kevin McKidd (Doctor Owen Hunt de Anatomía de Grey para los amigos). Y luego salió Sean Bean (Al que idolatro, pero ¿y quién no?), en plan dios furioso que revienta muros, genial vamos.
De allí la película pasa a ser bastante previsible con algunos giros bien buscados pero con un ritmo un poco raro.
El protagonista no está mal, es tipo Zac Efron pero en moreno, el tema es que a mí el Efron tampoco me va así que… La chica tiene unos ojazos pero no me gustó el personaje. Y el sátiro rapero, psé, un poco cansino todo sea dicho (aunque la mejor frase de toda la peli es suya).

Cosas que no me convencieron…
Uma Thurman: yo me había hecho una idea de que su personaje, Medusa, era mucho más importante, y en realidad es la villana pringada número 2.
El diálogo estaba bastante trillado… Sí, ya sé que siempre tienen que salvar el mundo, que los mentores están muy orgullosos, pero no hace falta seguir el cliché tan al pie de la letra.
La banda sonora me dejó un poco fría y eso que suelen fascinarme. Aunque lo que sí que tuvo cierta gracia fue oír Poker Face y Highway to Hell en una película de fantasía. ¡Bienvenidos al siglo XXI!

•Resumiendo: Se deja ver, y si te gusta la mitología griega como a mí, disfrutarás el ver aparecer un personaje en escena y rebuscar en tu mente de quién se trata… en plan: Perséfone, vale, esta era la hija de Deméter a la que Hades secuestró… (Por cierto, el look Ramones-fusión-David-Bowie de Hades, mola).

• Mejor momento: (SPOILER) Los chicos llegan al Inframundo y se encuentran con Caronte (el barquero), el sátiro le da cien dólares que el barquero quema. Luego Percy le da unas monedas de oro y todo solucionado. Pero lo mejor es que el sátiro se sube a la barca, mira con indignación al barquero y le suelta: Podías haber avisado…¡que estamos en crisis! (Me reí de lo lindo.)

• Duda: ¿Cuánto habrán pagado los de Apple para que su iPod fuera la clave para decapitar a Medusa?


En fin, me consta que ha sido una adaptación muy libre del libro, lo cual me sorprende, francamente, porque Columbus se comportó muy bien con las dos primeras de Harry Potter. Aún así tengo ganas de leerme el libro pronto.

Esto es todo por hoy.

Alena

Recuento del día:

*Cartas de recomendación solicitadas: 2
*Cartas de recomendación que faltan por solicitar: 1
*Personas que han llevado a cabo un "asalto y derribo" a mi persona: 1
*Profesoras de chino que te piden que te grabes y te cuelgues en Youtube hablando mandarín: 1
*Clases a las que tengo que plantearme seriamente asistir: 1

viernes, 19 de febrero de 2010

Cielos, cielos y cielos

Últimamente me ha dado por fotografiar el cielo. Supongo que se debe a que tengo una cámara digital que apenas aprovechaba. Pero, al encontrar el adaptador en mi reciente limpieza general, le he vuelto a pillar gusto al tema. Y, no sé, parece que últimamente llegó a casa y me gusta cómo está el cielo, ni más ni menos.






Y aunque tengo pendientes otras cosas por contar, hoy estoy cansada y el resfriado me está matando. Así que...








Ésta es de hace unos días, al atardecer.








Y ésta de hoy, entre lluvia y lluvia.









Alena



Recuento del día:




*Trabajos para el lunes sin empezar: 1


*Tormentas de viento que me han obligado a dormir en el sofá de la salita: 1


*Resfriados: 1


*Capítulos de dorama japonés vistos: 3,5 (aunque probablemente seguiré un rato más)


*Raciones de tofú ingeridas: 1,5

lunes, 15 de febrero de 2010

Lunes de médicos y libros

Hoy me he tenido que levantar a horas intempestivas y en ayunas, para irme a Barcelona a hacerme las pruebas médicas para las cuales conseguí autorización el sábado de pura chiripa (Bueno, fue un 30% de chiripa y un 70% de lágrimas de cocodrilo). Hasta ahí, bien.
Bueno, exceptuando el tema de ayunar y de estar privada de mi indispensable dosis de cafeína matutina. El problema ha sido que, con el análisis de sangre había que entregar uno de orina… Sí, lo admito, esto se está poniendo escatológico, pero en fin. El sábado me dieron el botecito, y la enfermera me dijo: Mejor, tráelo de casa. Que a veces llegas a la clínica y no hay manera de que salga. La verdad es que sus palabras me hicieron evocar esas típicas escenas cómicas donde un tío va a una clínica a donar esperma y por la presión, el tema le sale rana (por así decirlo, porque, de hecho, la clave es que, salir, no sale nada).
Volviendo al tema… Me he despertado y, medio dormida, he hecho lo que había qué hacer con el botecito. Hasta ahí, correcto. Pero! Ya sabemos que siempre hay un pero. Luego me ha tocado trasladar el ya mencionado botecito de mi pueblucho a Barcelona. Lo he metido en una bolsa del súper (porque por muy hermético que me digan que sea, yo no meto eso en mi mochila) y me he puesto en marcha. Ahí es cuando me ha dado la paranoia. Y me ha parecido que todo el mundo me miraba y que todos sabían que llevaba orina en mi bolsa del súper. Lo que se dice un buen comienzo de semana. Luego me he ido a clase para empezar el segundo semestre y, sin incidencias, así que...

A otra cosa, mariposa.

Hace un par de semanas, cotilleando por la sección de fantasía y ciencia ficción del FNAC me crucé con este libro: La guía completa de Fantasilandia de Diana Wynne Jones. Y aunque el nombre de la autora me sonaba (ya comentaré por qué), lo que me llamó del libro fue la portada. Sí, vale. Soy una simplona a la que las cosas le entran por los ojos, pero nadie es perfecto. Así que lo cogí y lo inspeccioné más a fondo y descubrí porque me sonaba la autora. Es, ni más ni menos, la autora de El castillo ambulante, novela en la que se basa la película ハウルの動く城 (Hauru no Ugoku Shiro) de mi dios Hayao Miyazawi. Ya de paso, menciono que dicha novela está en mi lista de lecturas pendientes. Pero me estoy yendo por las ramas.
Volvamos a La guía comlpleta de Fantasilandia. Ojeé el libro y vi que se trataba de un glosario y pensé: ¡Qué palo! Pero entonces miré la contracubierta y vi que traía una recomendación de Neil Gaiman, y yo soy débil frente a sus artimañas… así que lo compré.



Lo he disfrutado un montón. Básicamente la autora ha desglosado los clásicos de la fantasía para sacar todos los tópicos y las incongruencias. Me he reído mucho. Es básicamente un diccionario, y leer apartados enteros puede ser pesado, así que lo que yo hice fue leer una entrada y entonces saltar a las que me remetía.
Por ejemplo, al final de la entrada de Brujería pone: "Véanse BRUJAS, HERBOLARIAS y HIERBAS".
Así que fui saltando de una parte a otra del libro, y marqué las entradas ya leídas. Fue un poco como volver a leer uno de esos libros de "Decide tu aventura" donde ibas tomando decisiones y cambiabas el final.
Una lectura ligera muy recomendable que aborda incógnitas clave del género como ¿por qué las chicas no menstrúan durante los viajes a mundos fantásticos?

En fin, lo dejo por hoy.


Alena


Recuento del día:

*Botes con orina transportados por la cuidad: 1
*Clases que fueron un palo el primer semestre y siguen siendo un palo el segundo semestre: 1
*Notas inesperadas por trabajos sobre poesía china clásica: 1
*Horas perdidas haciendo trámites para Taiwán: 3
*CDs que importar al iPod: 2

sábado, 13 de febrero de 2010

Días extraños y sonrisas inesperadas

Abrí este blog en noviembre. Hice una entrada de presentación incómoda y no volví a publicar. Hasta he tenido que cambiar la contraseña de la cuenta porque no lograba acordarme de la antigua. Pero voy a intentarlo de nuevo.


Hoy ha sido un día extraño. Uno de ésos en que tu humor gira más que una veleta y no sabes exactamente por qué. Cierto que ha habido pequeñas cosas que me han sacado de quicio con motivo, como el papeleo para Taiwán, pero en otros momentos he sido incapaz de entender por qué se daban pequeñas palpitaciones, se me aceleraba el pulso o me salía una sonrisita tonta.

Pero una cosa sí que la tengo clara, hoy he sonreído genuinamente dos veces, y de manera totalmente inesperada. La primera vez ha sido a primera hora de la tarde, al bajarme apresuradamente del tren en Arc de Triomf para ir a coger el metro. Iba con paso rápido, tratando de no chocar con la gente y me he cruzado con un chico, o quizá era un hombre, que miraba con ahínco un cartel. En sus manos llevaba una bellísima edición de El nombre del Viento de Patrick Rothfuss. No ha sido más de un segundo pero, sólo sé que iba con prisa y que, de golpe, un libro negro con enrevesadas enredaderas verde esmeralda ha captado mi atención, ha estimulado mi cerebro. Y antes de darme cuenta estaba sonriendo. Sólo porque un anónimo llevaba en brazos un libro que adoro en un andén por dónde yo también he caminado cargando ese mismo libro y deseando que llegara el tren para poder sentarme y leer más sobre Kvothe.

La segunda vez ha sido casi de noche. Llovía en Barcelona y yo estaba en la famosa y enorme librería de Plaça Catalunya haciendo cola para pagar un cómic. Se acercaba la hora de cerrar así que todas las cajas estaban suturadas, y las colas de gente ocupaban todo el pasillo. Me aburría, allí de pie. Paseaba la vista de un lado a otro, con desgana, apenas prestando atención, debatiendo si el cómic valía la espera. Y entonces lo he visto. Justo a mi lado había una empleada cerrando su caja. Estaba contando dinero y metiéndolo en una especie de cono transparente que después ha pasado a un encargado. Y en ese momento, cuando ha alargado el brazo para entregar el dinero, lo he visto. Allí, en su chaleco verde, rodeada de otras pequeñas chapas, había una, toda negra con una gran X blanca en el centro y debajo de ésta, la palabra: Japan. He sonreído. Allí de pie, con mi cómic en la mano y esperando mi turno. He sonreído al encontrarme con una persona que sabe qué es X Japan y que le gusta lo suficiente como para llevar una chapa en su chaleco de empleada.

He salido con mi cómic en el bolso y una sonrisa en los labios sin preocuparme por lo mucho que llovía y que, como siempre, no tenía paraguas. He disfrutado de un buen rato de lectura en el trayecto a casa, y he cenado un tofú con champiñones preconicinado que me ha sabido sublime.



Luego he ido a mi cuarto y me he tirado las Cartas de Clow (que hacía años que no tocaba y que hasta mi reciente reorganización de mi habitación ni siquiera sabía dónde estaban) siguiendo las instrucciones de la Tirada General. El resultado me ha hecho sonreír tanto que me tiraban las mejillas, y han dejado de importarme esos cambios de humor sin ton ni son.
En resumen, día muy mediocre pero con tres puntos muy breves y muy álgidos.


Alena


Recuento del día:

*Gente enfadada/decepcionada conmigo: 1
*Gente que hace siglos que no veo y que me encuentro por casualidad: 2
*Pasiones redescubiertas: 1
*Cappuccinos del Starbucks: 1
*Autorizaciones para pruebas médicas para irme al extranjero: 2,5